Antimicoticos
Las infecciones por hongos constituyen un grupo heterogéneo de patologías muy frecuentes. Debido a su amplia incidencia, los farmacéuticos recibimos de manera habitual consultas sobre su prevención y tratamiento. Simplemente, con unos pocos consejos básicos desde la farmacia podemos contribuir eficazmente a disminuir el importante número de casos. Siempre dejando para el especialista su diagnóstico y tratamiento.
Las micosis superficiales más frecuentes son las producidas por hongos filamentosos o dermatofitos. Estas enfermedades se conocen como tiñas, y puesto que estos hongos viven a expensas de la queratina, provocan lesiones en la piel, pelos y uñas, pero nunca se desarrollan en las membranas mucosas. Las tineas (o tiñas) más extendidas ocupan los espacios interdigitales de los pies (pie de atleta), barba, cabeza...
También son extraordinariamente frecuentes las infecciones producidas por hongos levaduriformes, tipo Candida y similares. Pueden colonizar la piel, pero son muy abundantes en las mucosas, donde pueden producir afecciones más o menos molestas y habitualmente recurrentes.
Existe otro tipo de hongo levaduriforme que, a diferencia de las especies de Candida, desarrolla patologías de la piel como la pitiriasis versicolor. Es la Malassezia furfur, una levadura saprofita de la piel que en ciertas condiciones favorables se convierte en patógena. El nombre de esta micosis versicolor hace referencia al cambio de tonalidad que tienen las lesiones en el verano respecto al invierno. En invierno, las zonas de piel afectadas tienen una coloración rosada que, en cambio, en verano se convierte en blanquecina al impedir que las radiaciones solares pigmenten esas zonas.
Micosis sistémicas
Dentro de estas, se agrupan todas aquellas afecciones cuyo agente etiológico es capaz de diseminarse por vía linfohemática en algún momento de su evolución. Son graves, incluso potencialmente mortales, y cualquier órgano puede resultar afectado. Son poco frecuentes en personas con un sistema inmunitario normal. Al tratarse de microorganismos oportunistas, es fácil que padezcan estas patologías pacientes muy debilitados que tengan alterados sus mecanismos de defensa frente a las infecciones (cancerosos en tratamiento con quimioterapia, enfermos de sida...).
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