Vías para administrar los medicamentos
Vías para administrar los medicamentos
Vía oral
Ventajas: Es la vía más habitual y cómoda. El medicamento se administra por la boca en forma de comprimidos, cápsulas, grageas, jarabes, soluciones, suspensiones y granulados.
Vía sublingual
El comprimido se coloca debajo de la lengua y se disuelve solo. Sus principales ventajas es que evita la acción de los jugos gástricos y la inactivación hepática y no es necesario tomarla con líquidos ni tragarla.
Vía tópica
El medicamento busca una acción local, por lo que se aplica en forma de pomada, geles, lociones, cremas, polvos y ungüentos.
Vía transdérmica
Se trata de parches transdérmicos en los que el fármaco pasa a través de la piel. Es sencillo de utilizar y muy efectivo por su rápida absorción. Para personas que tienen un problema en la piel puede ser desaconsejable.
Vía oftalmológica
Son medicamentos que buscan la acción local en los ojos, donde se aplican. “La biodisponibilidad es baja, pero esta vía permite alcanzar concentraciones de principio activo elevadas”, indican desde la farmacia Luis Marcos.
Vía inhalatoria
El principio activo se absorbe a través de la mucosa. Su efecto es local y sistémico. Es cómodo de utilizar porque se administra a través de nebulizadores e inhaladores con una dosis en cada pulsación.
Vía rectal
El medicamento se administra a través del ano en forma de supositorios o enemas. “La absorción por vía rectal es buena al ser una zona muy vascularizada por las venas hemorroidales. Además, se evita el paso por el hígado de la sangre que lleva el fármaco desde la mucosa rectal (evitamos el llamado “efecto de primer paso”)”, destacan los especialistas.
Vía parental
La vía parenteral es una vía de urgencia que se aplica mediante una inyección.
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